Hoy nos toca despedir a alguien que fue mucho más que una auxiliar de porteria: fue compañía, cuidado, escucha y presencia constante. Durante 25 años su compromiso, su sonrisa y su calidez acompañaron a generaciones enteras de estudiantes, familias y docentes.
Desde el saludo de cada tarde hasta los pequeños gestos cotidianos que hacen escuela, su paso por nuestras aulas, pasillos y patios dejó una huella imborrable.
Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa, que seguramente también estará llena de afecto y dedicación, como lo fue tu paso por esta querida escuela.
¡¡ESTA SIEMPRE SERÁ TU CASA!!